viernes, 29 de agosto de 2014

NORMCORIZADA



Las revistas de moda y belleza y aquellas que indagan en las vidas de los famosillos me interesan lo mismo que dura mi corte de pelo en la peluquería, hora y media si es que ese día toca hacerme las mechas. Aun así, una vez al año, siempre coincidiendo con algún viaje,  compro alguna de esas revistas femeninas y la leo con la esperanza de encontrar las claves de la próxima temporada otoño-invierno que por fin hagan que me transforme en una it girl. Siempre es en vano. Soy un desastre en lo que a trapitos se refiere, no me gusta nada ir de compras, prefiero la comodidad a la elegancia y a veces se me olvida peinarme antes de salir de casa. Este verano, sin embargo, me he llevado una grata sorpresa al averiguar a través de una de estas publicaciones que mi atuendo se ha convertido en la tendencia de este año. Sobre todo cuando saco al perro por el parque.

El rollito hipster hace ya tiempo que quedó relegado al baúl de los recuerdos, ahora lo que se lleva es el normcore. Escondan sus camisas de leñador, tiren sus pantalones pitillos y aféitense esa barba de una vez. Lo que ahora pega es vestirse con un vaquero, camiseta blanca, sudadera gris y zapatillas. También vale el chándal o las mallas. Es decir, apostar por un estilo básico donde prime la sencillez y la normalidad de la gente corriente. Que parezca que has abierto el armario y te has puesto lo primero que has encontrado sin prestarle demasiada atención. Por supuesto, detrás de este look hay toda una serie de directrices que dan al traste con ese sentido casual que intentan fingir. No pierdan el tiempo y mormcoricense rápido. Ya saben a la velocidad a la que gira el mundo de la moda y ese look anodino como de bajar al supermercado que hoy se alaba, mañana puede ser solo una vergonzosa caricatura. 

Publicado en Las Provincias el 29/08/2014

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