viernes, 9 de octubre de 2015

EL ÚLTIMO VERMUT


Hay veces que no sabes que será la última. Y te despides como cualquier otro día, sin prestar atención. Con la certeza de que habrá otros momentos. Cuando te das cuenta de que no volverás a ese lugar o a ver a esa persona, te queda un sabor amargo. Las despedidas son importantes. Te apaciguan por dentro. El viernes pasado, cuando me bajé en Atocha y enfilé por Gran Vía hasta el que ha sido mi medio hogar en los últimos tres años, sabía que sería el último fin de semana que haría ese recorrido. Volveré a Madrid, pero ya no será lo mismo. Seré una visitante, no la persona que ha sido adoptada por la ciudad estos años. Vivir separada de tu pareja tiene muchos inconvenientes, pero también alguna ventaja. Las ganas de verse, la urgencia por aprovechar cualquier rato juntos, también el poder saborear solo lo bueno que te regala una gran ciudad como Madrid sin tener que sufrir sus distancias, sus atascos, sus precios ni su soledad.
El sábado me levanté temprano y me fui a pasear, antes de que abriesen las tiendas, cuando todavía las calles de Malasaña olían a orín y escupían los desechos de la noche anterior. Quería decirle adiós al barrio. Echar la última ojeada a las bodegas y los bares donde bebimos e hicimos planes, a las galerías en las que nunca entramos y a los restaurantes que nos decepcionaron y otros en los que fuimos felices. Cada esquina me lanzaba un recuerdo. Mentalmente atravesé Sol hasta el cine que nos dio refugio muchas tardes de domingo, me acerqué hasta Lavapiés, llegué a La Latina y me detuve en sus plazas. A mediodía fuimos al Retiro al que los ocres del otoño lo ennoblecen aún más. El domingo nos levantamos tarde y desayunamos vermut de grifo. Y brindamos por el nuevo horizonte. Lejos de Madrid, pero con un futuro emocionante.   

Publicado en Las Provincias el 2/10/2015


2 comentarios:

  1. Hola Paula, soy Macarena (¿te acuerdas de mí?) :)
    Simplemente queria decirte que estoy flipada con la coincidencia de post y de momentos vitales.... Esto lo escribí anoche:

    http://entremadridyelcaos.blogspot.com.es/2015/10/en-el-caos-y-sin-madrid.html
    No me digas que no es llamativo!
    un besote y suerte con los cambios. Te veo por Valencia.

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  2. Holaaaaa Macarena, Claro que me acuerdo. Acabo de leerte. Jo, qué coincidencia. Echaremos de menos Madrid, pero aquí tampoco se vive nada mal. ¡¡Un besazo!!

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