viernes, 25 de mayo de 2012

LA IMPORTANCIA DE UN CEPILLO DE DIENTES


Un cepillo de dientes puede significar muchas cosas cuando hay una relación de por medio. Ese objeto cotidiano que previene la caries y combate la placa bacteriana se puede convertir en el paso definitivo para que un rollo más o menos duradero pase a llamarse oficialmente novio. Viena a verme una amiga que ha empezado a salir con un tío que la mantiene en estado de embriaguez perpetuo desde hace meses. Me cuenta con entusiasmo infantil que el fin de semana pasado, después de llegar a casa de su chico, él le había dejado en el cuarto de baño un cepillo de dientes nuevo, junto al suyo, para que dejara de preocuparse por acarrear siempre ese utensilio, más indispensable si cabe, después de una noche de pasión donde las huellas de alcohol y tabaco superan el umbral de lo permitido.

“Ahora ya no tengo ninguna duda de que es algo serio”, me suelta enardecida mientras me enseña una foto que le ha hecho a los dos cepillos con el móvil. Me pareció algo exagerado ese momento de emoción dentífrico, sin embargo reflexionando me di cuenta de que tenía toda la razón. Entrar en una casa ajena de alguien con el que comienzas una historia de amor es siempre tan excitante como violento. Solemos ser las mujeres las que pasamos siempre más tiempo en casa de ellos que viceversa. Y por si alguno no lo había advertido, es un verdadero coñazo llevarse cada viernes la bolsa de Zara con las braguitas y el modelito del día siguiente. Así que un gesto tan aparentemente absurdo como que tengas allí tu cepillo, denota que el tío está interesado no solo en que te acuestes con él, sino también en que te despiertes a su lado. Si además insiste en que dejes tu crema hidratante en su baño, entonces es amor verdadero. 







Publicado en Las Provincias el 25/0572012


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