El mundillo de los cocineros anda estos días revuelto a raíz
de un artículo que desvela las duras condiciones laborales de los becarios que
trabajan en los restaurantes Michelin de este país. Jornadas maratonianas,
sueldo nulo o irrisorio y lo peor de todo, insultos y un trato denigrante por
parte de sus superiores. Excepto por lo de los improperios, el resto no me
parece tan ajeno. Las horas extras y los horarios sin fin son habituales entre los
profesionales del periodismo.Seguir leyendo.
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