viernes, 15 de julio de 2016

ANUNCIO DE UNA SEPARACIÓN



El grupo de rock Aerosmith anunciaba la semana pasada que después de su próxima gira prevista para el año que viene, se separan. Después de 46 años juntos, la banda de Steve Tyler cuelga las guitarras. Al menos eso dice. Algunos grupos de música se han valido de esta estrategia para vender más entradas en su “último tour” sabiendo que lo más probable es que el adiós no sea definitivo y sin tener en cuenta las sensibilidades heridas de sus fans. No hace falta llegar a la categoría de groupie, cuando uno es un verdadero seguidor de un grupo, cuando se te eriza la piel con ciertos álbumes y asocias los mejores años de tu vida a algunas de sus canciones, entonces, el anuncio de la separación se hace demoledor.


A los pocos días de las declaraciones del cantante, una amiga me llamó igual de desolada que Alba Carrillo en el Hola de hace un mes al anunciar que Feliciano López le había pedido el divorcio “de manera fría y calculadora”. Búsquenlo, no tiene desperdicio. Que se disuelva tu grupo de música favorito es equiparable a que se separe la pareja de amigos que más quieres. Ese matrimonio que te parecía perfecto, que había atravesado sus tormentas, como todos, pero que siempre había salido airosa y que nunca jamás pensaste que fuesen capaces de vivir el uno sin el otro. Duele igual. No entiendes como después de tantas alegrías, un día te sueltan que han decidido poner fin a dos décadas de convivencia. Imposible imaginar lo que sintieron los millones da fans de los Beatles con el anuncio de su ruptura. Sin embargo, aunque al principio la pena sea inmensa, hay que fijarse en el recorrido de otros grupos que se mantuvieron juntos solo por dinero (como muchas parejas en la actualidad) y dar gracias por ese cese definitivo y de común acuerdo de la vida marital.

Publicado en Las Provincias el 15/07/2016

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