viernes, 15 de abril de 2016

PELÍCULAS PARA DORMIR



Las películas no deberían clasificarse en géneros sino en momentos. Hay películas para ver con la atención ausente por los desvelos que surgen de lunes a jueves y otras que es mejor reservar para la tregua del fin de semana. Las películas de los domingos ocuparían un lugar destacado en esta última categoría. Para ese día, uno elige algo a mitad camino entre el taquillazo y el respeto unánime de la crítica. Que entretenga pero que al mismo tiempo sea lo suficientemente buena para sentir que no pierdes el tiempo. Podría cuadrar alguna película española de Sánchez-Arévalo o Fernando Trueba. Hay pelis para cuando estás enamorado y pelis obligadas tras un desengaño, pelis facilonas para días de resaca, pelis grises para días lluviosos, pelis para regocijarte en tu soledad y otras que es obligatorio verlas cogido de la mano de otra persona.


Pero si hay un momento que cobra especial relevancia dar con la película adecuada, es sin duda, el de dormir la siesta. Los que profesamos amor incondicional hacia esta bendita costumbre y la cultivamos siempre que podemos, sabemos que la elección de lo que salga en pantalla determinará la calidad del sueño. No puede ser un telefilme casposo de Tele 5 o Antena 3. Debe captar tu atención, pero no interesarte demasiado. Si ya las ha visto, mejor, porque te rendirás más fácilmente. Hay que evitar tiros, persecuciones y catástrofes naturales por aquello de los sobresaltos. Las de ciencia ficción y terror quedan excluidas por razones obvias. Los dramas y el humor te activan, así que tampoco son aconsejables. Tras un riguroso estudio empírico, puedo afirmar que las de romanos (exceptuando Ben-Hur y Espartaco), todas las que ha hecho Terrence Malick desde 2011 y cualquiera de Garci son perfectas para entrar en estado soporífero.

Publicado en Las Provincias el 8/4/2016

No hay comentarios:

Publicar un comentario