viernes, 10 de julio de 2015

SILVIA Y RAÜL



A Silvia Pérez Cruz no te la pueden contar. Ni siquiera puedes apreciar la magnificencia de una de las mejores voces que tiene este país oyendo su música en casa o en el coche. De nada sirve que les diga que ‘granada’ con minúscula, el disco que firma con el guitarrista Raül Fernández Miró, es un caramelo dulce y delicado que hay que paladear en solitario. A esta mujer hay que escucharla y verla en directo. Es como tratar de explicar lo que uno siente al contemplar el David de Miguel Ángel en una foto de un libro de texto o disfrutarlo en vivo en la Galería de la Academia, como ver una reproducción de Las Meninas en una postal o ver el cuadro en un pase privado en el Prado. Cuando escuchas por primera vez sus canciones, intuyes que en concierto esta pareja puede llegar a emocionarte, pero nunca imaginas que lograrán  provocarte unas sensaciones que te golpean el alma de esa forma.

‘granada’ es un disco de versiones en el que los dos artistas reinterpretan a músicos tan aparentemente alejados entre sí como LLuis Llach, Albert Pla, Violeta Parra o Schuman pero que bajo el arcoíris de matices de la voz de Silvia y el acompañamiento a la guitarra, a ratos calmado, a ratos eléctrico de Raúl, consiguen alcanzar un sentido especial. El teatro al completo se postró ante ellos en el concierto que dieron hace dos semanas en Valencia. ‘Hymne a l’amour’, la canción que Edith Piaf le dedicó al amor de su vida muerto en un accidente fue tan conmovedora que a muchos consiguió hacernos llorar y absolutamente estremecedora la versión de Enrique Morente ‘Que me van aniquilando’ junto a los versos de Miguel Hernández de la ‘Elegía a Ramón Sijé’. Sentimientos en estado puro que no podrás imaginar que pueda despertarte una actuación si no la escuchas en directo.



Publicado en Las Provincias el 3/07/2015


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