viernes, 11 de octubre de 2013

EL MEJOR DE MIS ERRORES

Podría vivir mucho mejor sin él. Estaría más relajada evitando el estrés que me genera su dependencia.  Disfrutaría de más horas de sueño e incluso me daría el lujo de dormir la siesta entre semana. Mi casa, concretamente mi suelo y en especial mi sofá, lucirían pulcros e inmaculados, sin rastro de pelos ni restos de babas. Habría prescindido de más de una contractura cervical y tendría un poco más de dinero en el banco, aquel destinado a veterinarios, pienso y juguetes de goma. Desde luego mis vecinos me odiarían un poco menos y quizás me avisasen para las reuniones de escalera. Me habría ahorrado broncas y disgustos de personas que odian a los perros y de otros que solo aman al suyo propio. Dispondría de más tiempo para salir a correr sin que 35 kilos se interpongan entre mi paso y el asfalto. Mis chaquetas y camisas no tendrían agujeros y seguiría conservando algunos libros de mi abuela que nunca habría leído.  Sufriría menos dolores de cabeza a la hora de irme de viaje. Sería todo más sencillo.




Sin embargo, todas las veces que me arrepiento de aquel arrebato que tuve hace tres años, que confieso no son pocas, se esfuman al despertarme cada mañana y notar su respiración a los pies de la cama. Se me olvida todo cuando entro en casa y me recibe loco de alegría, hayan pasado 5 horas o diez minutos desde que me fuera.  Desaparece esa sensación de esclavitud al verle sonreír (yo no lo sabía pero los perros saben sonreír) cuando lo suelto en el parque, en la playa o en la montaña. Se me pone cara de madre orgullosa cada vez que muestro a mi gente el truco que le he enseñado en el que se hace el muerto después de que le dispare imaginariamente. Ese error en el que caí hace unos años y que me da tanta vida, ni lo enmendo ni lo cambio por nada.  


Publicado en Las Provincias el 11/10/2013

2 comentarios:

  1. Hola Paula
    Queria invitarte a mi blog.
    Recien lo hice y aún no tengo amigos.
    Es poesía, pero le prometo que no se duerme.
    Hoy solo quería presentarme,

    Saludos

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  2. Genial.. yo tengo una gata y he encontrado mis pensamientos en tus letras!! Son dos años que no puedo comprar nada que no sea blanco, tengo el despertador tambien en los dias libres y si compro el rape es para ella..pero tener alguien que te espere a casa y solo al verte se pone loca y feliz, siempre.. :) Nico

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