viernes, 21 de septiembre de 2012

VACACIONES EN LA RED


Una ya no se imagina la vida sin Internet. La manera de comprar, de ver la tele, de leer el periódico, de ligar, jugar, relacionarnos o hacer fotografías ya no es la misma que hace diez años. También la forma de viajar ha dado un giro de 180 grados. Si entonces querías perderte en un país lejano y exótico, estabas a expensas de los paquetes vacacionales que te ofrecía la agencia de viajes y solo los más aventureros osaban a comprar el billete de avión sin más información que una destartalada guía. Afortunadamente para los que huimos del turismo del todo incluido, hoy la Red permite diseñar un viaje hecho a medida en el que puedas escabullirte de los lugares más concurridos. Pero todo tiene un precio. Ante el exceso informativo, el factor sorpresa queda ahora relegado a las simas de la imaginación.

Llevo algo más de un mes organizando un viaje a uno de esos países remotos. Durante este tiempo he consultado centenares de blogs, he hablado con media docena de amigos que ya han visitado esas tierras, he visto varios programas de viajeros por el mundo, he comparado decenas de alojamientos en las webs de críticas de viajes y he leído los comentarios de mucha gente que narra su periplo en los foros. No soy tan necia de añorar tiempos pasados, pero no puedo evitar que me invada un soplo de romanticismo al imaginar cómo serían las reacciones y sensaciones del viajero que llegaba a un país con la información justa y la mente sin contaminar. Menos mal que la realidad supera siempre cualquier testimonio gráfico y que en todo viaje hay contratiempos que nunca podrá solventar ni el más más avanzado HAL9000.       



Publicado en Las Provincias el 14/09/2012

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