jueves, 13 de abril de 2017

PELOS Y SEÑALES



Nos alegramos mucho cuando nos lo contó hace un mes.  Después de una separación turbulenta hace cinco años en los que tuvo algún escarceo puntual e irrelevante, nuestra amiga Ana no había vuelto a enamorarse. Así que el otro día, cuando nos anunció en el grupo de Whatsapp que a través de una de esas aplicaciones de ligar había conocido a un tío estupendo y la cosa había empezado a rodar, el resto de amigas lo celebramos y le pedimos que nos mandara foto. No nos esperábamos aquello. La imagen de un tipo alto y musculado con presencia poderosa, mirada penetrante y esa mandíbula marcada que tienen los hombres que irradian firmeza. Tenía cara de bruto. Seguir leyendo. 


1 comentario: