miércoles, 15 de junio de 2016

TEMAS DE CONVERSACIÓN



Voy andando por el Carmen un sábado temprano, a esa ahora en que algunos se acaban de acostar y otros hace un par de horas que se levantaron. Estos últimos son los únicos que transitan por las calles del histórico barrio. Casi todos rondan los 70 años. Van al mercado, a por el pan o a misa. Escucho con claridad fragmentos de las conversaciones que se entablan entre estos vecinos madrugadores. Reuma, cadera, artritis, tensión, próstata... Alcanzo a oír algunas de esas palabras en mitad del sosiego que tiene la ciudad a esas horas en la que los coches aún no circulan. Cada estadio de la vida tiene su tema de conversación recurrente. Amor, sexo, hijos, trabajo y salud. Esos son los cinco grandes argumentos de las charlas según la edad del interlocutor.

No recuerdo de qué hablábamos hasta los 12 años, entonces era más importante jugar. Pero un año más tarde, las niñas ya nos pasábamos horas comentando cualquier absurdo detalle del chico que nos gustaba. Ellos, por su parte, preferían hablar de fútbol. Amor, tierno e incipiente, pero amor al fin y al cabo. Por un niño o un equipo de fútbol. A partir de los 20, el sexo ocupaba un tiempo considerable en nuestros diálogos. Inexperiencia, descaro y hormonas se unían en un cóctel explosivo. Llegamos a la treintena y lo padres brasa eclipsan el 90% de las conversaciones hablando de sus hijos. El otro 10% comenta el partido del sábado pasado. Poco antes de los 40, la descendencia pasa a segundo plano y son los vaivenes laborales los que copan los coloquios. Al superar los 65, los achaques del cuerpo y sus tratamientos pasan a ser el tema principal, aunque en la consulta del médico, si uno presta atención, también se escucha hablar de otra cosa. ¿Lo adivinan? Los penaltis de la final de la Champions.

Publicado el 3/6/2016 en Las Provincias

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