lunes, 26 de julio de 2010

"Nunca le doy la mano a un pistolero zurdo”


JOHNNY GUITAR

Director: Nicholas Ray

Reparto: Joan Crawford, Sterling Hayden, Mercedes McCambridge y Scott Brady

Año: 1954

País: EE.UU.

Género: Western


No es nada habitual que después de haber visto una película, algunas de sus escenas vuelvan a mi cabeza y se repitan durante días, y todavía es menos frecuente si lo hacen durante semanas. Johnny Guitar, uno de esos clásicos que tenía pendiente desde hacía mucho tiempo, lo ha conseguido. Me gusta esa sensación urgente de querer volver a verla en cuanto terminan los títulos de crédito. Me atrapa el conflicto entre Vienna y Emma (Joan Crawford y Mercedes McCambridge), dos mujeres enfrentadas que luchan entre sí con uñas y dientes y que consiguen hacer un fiel retrato de lo crueles y malvadas que podemos llegar a ser las féminas cuando nos tocan lo que consideran nuestro, especialmente si hay un hombre de por medio. Me conmueve el reencuentro entre Johnny Logan (Sterling Hayden) y Vienna, y la historia de amor y celos que los envuelve. La intensidad y la tensión que emanan ambos personajes alcanzan su cumbre en uno de los diálogos más emotivos de la historia del cine:


Johnny: ¿A cuántos hombres has olvidado?

Vienna: A tantos como mujeres tú, me imagino.

Johnny: ¡No te vayas!

Vienna: Pero si no me he movido.

Johnny: Dime algo bonito.

Vienna: Claro. ¿Qué deseas oír?

Johnny: Miénteme. Dime que me has esperado estos cinco años. Dímelo.

Vienna: Todos estos años te he esperado.

Johnny: Y que habrías muerto si no hubiese venido.

Vienna: Habría muerto si tú no hubieras venido.

Johnny: Y que todavía me quieres como yo te quiero a ti.

Vienna: Te quiero como tú me quieres a mí.


Nicholas Ray, (Rebelde sin causa, 55 días en Pekín) dirige un western que se puede etiquetar dentro de este género solamente por el tiempo y el espacio en que se desarrolla. Ray saca lo mejor de un reparto excepcional. Potentes son las interpretaciones de los actores: los gestos, las miradas, los movimientos… consiguen crear esa atmósfera opresiva y penetrante que rodea la película. (Se dice que Joan Crawford y Merceces McCambridge se odiaban fuera de la pantalla, sentimiento que al parecer también compartía la Crawford hacia Hayden, el protagonista masculino). Sea como sea, los actores transmiten fuerza, pasión y dureza a uno personajes complejos que llevan el melodrama hasta sus últimas consecuencias. Para terminar, un par de detalles importantes a tener en cuenta. La música, muy bella, compuesta por Victor Fleming, y el tratamiento del color que hace Ray en la película, con una intensidad brutal en los colores que refuerza la solidez de los protagonistas.



1 comentario:

  1. No la he visto...pero te aseguro que la conseguiré ...tras leer tu articulo me apetece mucho verla.
    Enhorabuena

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